El comercio local promueve una economía sostenible y equilibrada

Es de vital importancia hablar de los precios de los productos que se compran. Se suele dar por hecho que las grandes superficies son más económicas que las tiendas de barrio, pero no es así. Si bien es cierto que estas suelen hacer promociones y tener varios productos en oferta, los compensan subiendo el precio de otros, que se acaban comprando por inercia más que por necesidad. Y es que, gracias a los estudios de mercado y al análisis de sus consumidores, saben bien cómo y cuándo hacer determinadas ofertas y dónde colocar cada producto para que el consumidor lo acabe adquiriendo. De hecho, hay un mundo muy complejo detrás de estas estrategias de mercado, que tienen en cuenta no solo la ubicación de los productos, sino hasta la música, la temperatura y los colores de cada sección que conforman este tipo de establecimientos.

El de los impuestos es otro de los temas que crean controversia en este ámbito. Mientras que a los comercios locales se les suele tener muy controlados, gran parte de las grandes superficies suelen pagar sus impuestos en otros países, mediante lo que se conoce como estrategias de ingeniería financiera, por lo que acaban por no invertir en su país de origen en pro, únicamente, de su propio beneficio. Y, como apuntábamos antes, el dinero que se invierte en las tiendas locales contribuye a la prosperidad económica de nuestro entorno más próximo, por lo que repercute directamente en nuestro propio beneficio.

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