Previsión de las rebajas de invierno en un año de DISMINUCIÓN generalizada DE VENTAS en el comercio minorista

La campaña de Navidad, que era la última oportunidad para mejorar estos datos, se ralentizó ante el aumento de contagios de la variante ómicron del virus de la Covid-19

El Balance del año 2021 presenta una bajada en las ventas del comercio de más de un 30% con respecto al 2019, último año prepandémico

2022 comienza con una situación crítica para el comercio, pues a la caída de los ingresos hay que añadir el aumento de los costes

Un año más, las atípicas circunstancias de venta que la pandemia ha provocado en el comercio de proximidad hace muy difícil cualquier previsión de ventas en las rebajas de invierno, que va a depender de cada subsector. Así, los que son más estacionales, como la moda, tendrán importantes descuentos al generarse abundante stock, que no se ha vendido pero, por ejemplo, en el caso de los electrodomésticos, el encarecimiento de las materias primas impedirá la reducción significativa de precios e incluso habrá subida en las nuevas remesas.

Esta circunstancia hace, como se ha dicho, muy difícil prever el resultado de la campaña de rebajas de invierno.

Como ya viene siendo habitual, desde la liberalización de la venta en rebajas en el año 2012, éstas han comenzado a distintas velocidades. Así, nos hemos encontrado que ya incluso tras el puente de Diciembre algunas de las grandes firmas comerciales iniciaron sus rebajas, mientras que los pequeños y medianos comercios lo harán en su mayoría, como viene siendo habitual, el 7 de enero después de reyes, siendo ésta una buena oportunidad para el consumidor para adquirir productos con descuentos que alcanzarán entre el 30% y el 50% en unos primeros días, que podrán llegar en una segunda fase hasta el 70% en determinados productos.

El gasto medio por persona se estima sea entre 55 y 65 euros.

Comercio Jaén sigue insistiendo a las Administraciones sobre la importancia de volver a los periodos de rebajas tradicionales como medida para recuperar el impacto positivo que han ejercido de manera histórica para el consumo y que ha quedado, desde su liberalización, diluido en una dinámica de constantes promociones encadenadas a lo largo del año.

El concepto original de rebajas, es decir, dos periodos limitados en el tiempo, uno en verano y otro en invierno, generaba una mayor confianza y certeza entre los consumidores, permitiendo a los pequeños y medianos comercios desarrollar su actividad sin verse sometidos a la implacable competencia de las grandes empresas de distribución comercial. Todo ello favorecería la recuperación del propósito con el que fueron creadas, el de ayudar a los comerciantes a dar salida al stock acumulado al final de cada temporada a precios competitivos.

Respecto al Balance del finalizado año 2021, éste presenta una bajada en las ventas del comercio de más de un 30% respecto al 2019, último año prepandémico, como así lo ha manifestado nuestra Confederación regional -Comercio Andalucía- en su valoración de hace unos días en la que ha afirmado que estas cifras de caídas de ventas son tremendas para un sector que, sin haberse recuperado de la crisis financiera que se inició en 2008, ha sufrido el impacto de las restricciones adoptadas para combatir la pandemia de la Covid-19, lo que ha provocado una retracción en el consumo que ha llevado a muchos negocios a cerrar y ha colocado a otros en una situación complicada para su supervivencia.

Comercio Andalucía ha vuelto a recordar la importancia que tiene el comercio para la economía de Andalucía, ya que genera más de 450.000 puestos de trabajo, un 23% del empleo andaluz, de los que un 82% tiene carácter indefinido y un 60% está ocupado por mujeres, con un volumen de negocio de 85.000 millones de euros, un 11,5% del PIB de Andalucía, un 13,1% de la economía y un total de 144.000 empresas y 170.000 establecimientos.

Comercio Jaén se suma a la petición de su regional Comercio Andalucía, que ha manifestado que un sector en el trabajan 1 de cada 4 andaluces requiere de una atención específica por parte de las distintas administraciones, más aún si se tiene en cuenta que las subidas en los costes de funcionamiento y en los precios, que vienen provocadas por el incremento desmesurado de la factura de la energía y por el atasco en las cadenas logísticas y de producción a nivel mundial, ha supuesto un nuevo mazazo para una actividad económica ya de por si debilitada a causa de las consecuencias de dos crisis consecutivas.

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